08 Oct Hitos y mitos del mercado: David y Peggy Rockefeller
David Rockefeller nació en Nueva York en 1915, en una mansión de nueve plantas en el número 10 de la West 54 Street. Este edificio, a día de hoy se ha convertido en el Museo de Arte Moderno de Nueva York acorde a una donación familiar. Vivió, sin embargo, en Pocantico en una propiedad de la multimillonaria familia Rockefeller. Se graduó con honores cum laude en Harvard en 1936, marchando después a Londres a estudiar en la School of Economics, vinculada a la fundación Rockefeller. Se doctoró en la Universidad de Chicago y fue secretario del alcalde de Nueva York Fiorello La Guardia, cobrando simbólicamente un dólar por año. Falleció en marzo del año 2017 con 101 años, zanjando así una vida dedicada en gran medida a la filantropía.
A lo largo de su vida, donó más de 800 millones de euros, y tuvo una importancia clave en evitar que Nueva York cayera en bancarrota en 1970. Al tiempo, fue quien erigió el One Chase Manhattan Plaza, participó en la construcción del World Trade Center y la Battery Park City. Se casó con Peggy McGrath en 1940, y desde entonces comenzaron a coleccionar obras maestras: cuadros europeos, arte estadounidense, muebles ingleses, porcelana europea, arte asiática, cerámica precolombina, plata, tejidos, objetos de artes decorativas y arte indígena americano. No lo mantenían aislado, si no que formaba parte de sus numerosas propiedades: Hudson Pines (casa de campo georgiana, helipuerto, a orillas del Hudson), Ringing Point (Seal Harbor, Maine), y Four Winds (edificio de Edward Larrabee Barnes en una finca agrícola). Estas propiedades han salido a mercado recientemente, Hudson Pines por 18 millones de euros; la casa de Manhattan, por 26,5 millones de euros; mientras que Ringint Point ya fue adquirida por Mitchell Rales, por unos 15 millones de dólares.
Su colección artística, conformada a lo largo de todo su matrimonio, poseía obras que eran lo mejor de la producción de cada artista. Sin duda, la joya de la colección fueron los cuadros impresionistas, postimpresionistas y de arte moderno. La mayor parte de la colección se reúne en torno a la década de los años 50, reunidos con otros compradores como John Hay “Jock” Whitney. A esto se puede unir la amplia colección que ya heredó de sus padres, compuesta por cerámica oriental, tapices medievales, alfombras persas y obras pictóricas de grandes maestros, y las obras preferidas de su madre: la colección impresionista y el arte contemporáneo.
Muchos han hablado sobre David Rockefeller y Peggy McGrath. Todos ellos, filántropos, empresarios y artistas, coinciden en que ninguna de las viviendas de los Rockefeller, que podrían haber sido enteramente museos, nunca parecían tal cosa. Eran viviendas agradables, cálidas y acogedoras, pese a que podrías ver grandes obras de arte en cada rincón, o comer en porcelana oriental de siglos atrás. David asegura que si sus casas no parecían museos era debido a que Peggy tenía un talento natural para la decoración, y fue quien rastreó, encontró y compró los elementos decorativos, muebles y otros objetos para cada una de las propiedades.
Se convirtieron en coleccionistas en 1948, cuando el director del MoMa, Alfred Barr, acudió a casa del matrimonio junto a su mujer poco después de que la madre de los Rockefeller muriera y David ocupara su puesto en la junta de accionistas del museo. Un par de comentarios mofosos sobre la escueta y vulgar colección que poseía en ese momento el jovencísimo matrimonio fueron suficientes para comenzar a adquirir arte. La primera gran compra consistió en El niño del chaleco rojo, de Cézanne. Fue adquirida de la colección de la mujer de Alfred Chester Beatty, en 1955, pero su mayor y más exitosa maniobra tuvo lugar en 1968, cuando adquirieron la colección de obras cubistas de Picasso y Juan Gris de Gertrude Stein y Alice B. Toklas. Para esta adquisición tuvieron que colaborar con Paley, Whitney y el Nelson Rockefeller. Tomaron un sombrero de fieltro y metieron seis números: cada miembro del grupo tomaba un número para elegir, por orden, los cuadros que adquirirían. David tuvo el número uno, haciéndose así con Chica joven con una cesta de flores, de Picasso, que fue vendida este mes de mayo por 115 millones de euros.
Más noticias de Arte
Especialista en pintura moderna, tasadora y perito. Graduada en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca.
No Comments