Hitos y Mitos: los Pinault

Hoy queremos traer a la palestra a una familia que ha recibido una atención especial en los últimos tiempos debido a su millonaria aportación para la reconstrucción de Notre Dame de París. Y es que no les tembló la mano a la hora de decir que saldrían 100 millones de su bolsillo, y parece que fue una decisión meditada y segura tomada entre François – Henri Pinault y François Pinault, es decir, hijo y padre. El hijo está casado con Salma Hayek desde hace diez años, lo cual hace que no se haya nombrado tanto a esta paradigmática familia en las revistas del corazón, donde antes tenían un lugar casi presidencial.

Esta familia se enriqueció desde un modesto negocio maderero regentado por François Pinault (padre, nacido en 1936). Siempre vinculados no solo al mundo de los negocios, también al del arte, a día de hoy se les considera una de las familia mecenas más importantes del país vecino. Pinault fue autodidacta, abandonando los estudios a los dieciséis años para combatir en la guerra de Argelia con tan solo 19 años. Su familia procedía de Bretaña, y allí se estableció un tiempo, decidido a conformarse un futuro a si mismo. Comenzó su negocio maderero, que conocía debido al aserradero que había tenido en la casa cuando era un niño, a mediados de los 50. En 1960 se casa con Louise Gautier, precisamente vinculada a este negocio: le compra a su padre su empresa maderera, y comienza la andadura.

 

La familia Pinault

 

Se divorciaron en 1965, pero tuvieron tres hijos, y es el mayor, François – Henri, quien dirige ahora y desde 2003 el imperio Pinault. Fue su segunda mujer, Maryvonne, quien le lleva de la mano al mundo del arte. Es curioso, ¿verdad? Algo similar ocurrió cuando hablamos del matrimonio Rockefeller: fue Peggy quien le llevó al arte. Si quien dice que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, dice una gran verdad. Pero centrémonos en lo que nos ocupa. La colección Pinault supera ya las 3.000 obras, y su valor supera con creces el millón de euros. Un rumor que corre por el mundillo, alentado por la publicación Challenges, es que François Pinault ama tanto el arte que llegó a colarse en ferias de arte disfrazado de obrero antes de que se abrieran al público, en esos días en los que solo se permite el acceso a los galeristas aceptados. Pero no nos hace falta saber esto para conocer el nivel de Pinault respecto al arte, dado que en 1998 decide comprar Christie’s.

Obviamente, no se ha quedado atascado en empresas madereras. Su fortuna crece conforme crece su imperio, y ya hemos mencionado la compra de Christie’s, pero hay infinitas otras que también pertenecen a la familia Pinault: FNAC, Conforama, Le Printemps, La Redoute,… Estas dos últimas marcas son especialmente importantes: por ellas el grupo toma el nombre de Grupo PPR, Pinault Printemps Redoute. Es en la primera década del nuevo milenio cuando toma otro rumbo, centrándose en los artículos de lujo. Adquiere entonces Yves Saint Laurent, Gucci, Alexander McQueen o Bottega Veneta.

 

Bernard Arnault y su esposa

 

Para entonces sale a la palestra el que se considera rival de Pinault: Bernard Arnault, propietario de LVHM, que también va a realizar una sustanciosa donación para la catedral parisina. Desde 2013 el grupo se denomina Grupo Kering, y está dirigido por François – Henri desde el año 2003. Este traspaso fue acertado, pero el patriarca se encontró con un gran vacío existencial repentino. Comenzó a reflotar a base del arte, llevándose su colección de París a Venecia debido a conflictos administrativos y compró el Palazzo Grassi, donde expuso la misma. Pero la espina del museo parisino seguía ahí, y más aún cuando Bernard Arnault abrió el museo de la Fundación Louis Vouitton, retomando así el proyecto que en 2019 se ha conformado en un museo en la antigua Bolsa de Comercio.

Fuente: EL PAÍS

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