05 Mar Ansorena subasta un ‘San Pedro Penitente’ de Murillo.

La casa de subastas Ansorena subastará el próximo 6 de Marzo la obra inédita de Bartolomé Esteban Murillo ‘San Pedro Penitente’. Según la casa, la obra pertenecería a una colección privada en Onteniente (Valencia). El precio de salida del lienzo ronda entre los 350.000 hasta los 450.000 euros (ver).

Pese a que la fecha de nacimiento de Murillo data de 1617 será este 2018 cuando se celebre el cuarto centenario. El pintor, bautizado el 1 de enero de 1618 (de ahí el aniversario), fue uno de los más conocidos, respetados y admirados artistas dentro y fuera de nuestras fronteras. Y como no podía ser de otra forma, continúa siéndolo.

Sevillano formado en el naturalismo tardío, su estilo se caracterizó principalmente por su estética barroca, una estética que, según apuntan algunos investigadores, ya comenzaba a anticipar el Rococó. Cabe destacar la creación en 1660 de la Academia de Bellas Artes, una academia que bien le valió un gran número de seguidores capaces de perpetuar su estilo hasta varios siglos después. Su temática fue, además, principalmente religiosa, lo que le llevó a crear numerosos lienzos para diversos edificios religiosos, como la Catedral de Sevilla.

El 9 de Noviembre del año pasado veía la luz ‘Murillo y las metáforas de la imagen’, una obra del profesor de Historia del Arte Benito Navarrete Prieto. Y es precisamente él el que ha constatado de manera fehaciente la autoría del cuadro que ahora se subasta, una autoría que se conoció precisamente a raíz de este libro (ver).

Que haya sido validado y autentificado por una figura tan respetada como el profesor Navarrete Prieto, es sin duda un valor añadido. La pieza, de 121 por 105 sigue la iconografía barroca del San Pedro, un santo que, como ya sabemos, Murillo retrató en diversas ocasiones. Según explica el profesor Navarrete al diario ‘El País’, el lienzo podría ser posterior al ‘San Pedro’ de 1670, realizado para el canónigo Justino de Neve. Y posterior, por supuesto, al ‘San Pedro’ de 1650 que actualmente se conserva en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

La obra, que conserva su lienzo original, ha sido datada por el profesor Navarrete en torno al 1675. Mantiene además la esencia de Murillo al representar a la perfección la influencia de José de Ribera y los códigos naturalistas que definen sus primeras obras. Hasta ahora había sido atribuida a Francisco Ribalta. Sin embargo, el catedrático de Historia del Arte Enrique Valdivieso ha respaldado también las afirmaciones de Navarrete.

Con este panorama, el cuarto centenario se presenta prometedor para los adeptos de Murillo y del arte. Las celebraciones, que se completan con las numerosas exposiciones programadas, nos van a dejar sin duda un año para el recuerdo. Por lo demás, ya solo nos queda esperar al 6 de Marzo.

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Pilar Rincón (Segovia, 1992)

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