27 Jun La Papisa a subasta
Hace escasos días salía a los focos la noticia de que una obra de Velázquez, no inédita pero prácticamente, saldría a pujas en Sotheby’s. Con todo el bombo que conlleva, claro. Y es que el Retrato de Olimpia Maidalchini Pamphili llevaba tres siglos perdida, y acorde a algunos expertos, destruida. Hace año y medio, en cambio, llegaba a las oficinas de Sotheby’s de Ámsterdam en unas condiciones que requirieron de su inmediata restauración.
Acorde a la noticia de The Guardian, la obra saldrá por unos 2,2 millones de euros, con un estimado máximo de 3,3 millones. Saldrá el mes que viene, y se espera que lo adquiera o bien un coleccionista privado o un museo (por nuestra parte, esperamos fervientemente la aparición de algún museo). Es una obra especial, y no lo es solo por quien la firma, el maestro de la pintura barroca española.
Lo es también por el personaje retratado en el cuadro, Olimpia Maidalchini Pamphili, una de las protagonistas de la sociedad romana del siglo XVII. Fue cuñada del Papa Inocencio X, tras casarse con un miembro de los Pamphili, y se la conocía por su avaricia y su influencia, tanto adquirida por matrimonio como venida por nacimiento. Se le apodaba “la Papisa”, debido precisamente a su manera de mover los hilos alrededor de Inocencio X, llegando a decirse que era una mujer quien se sentaba en el trono papal.
Sus posturas eran claras, defendidas con uñas y dientes, y marcadamente progresistas para la época: defendía el oficio de la prostitución, así como a las monjas. Manejaba grandes sobornos a los reyes europeos, y eso enriqueció las arcas de su familia más que su posición en el Papado. Obviamente, eso no gustó entre el Estado Vaticano, un sector de la Iglesia marcadamente masculino y conservador y, en ese momento, uno de los estados más poderosos del mundo. Se le despreciaba, pero también se le temía. No es extraño encontrar en crónicas de la época palabras dirigidas hacia ella, del tono de “el gobierno de Roma está en manos de una puta”.
Fue una conocida patrona de las artes, también. Fue ella quien motivó la construcción de la Fuente de los Cuatro Ríos, de Plaza Navona, así como otras grandes construcciones artísticas de la época. Murió en 1657, por un brote de peste bubónica, y la Iglesia trató de tapar apresuradamente las huellas de una mujer que había llegado a ponerles en jaque, contra quien habían intrigado y arremetido sin el menor ápice de éxito. Fue unos años antes cuando Velázquez pudo retratarla en la obra que ahora Sotheby’s tiene entre manos. En este retrato podemos apreciar, como suele ocurrir en los retratos del pintor sevillano, el alma de la mujer: severa, fuerte y con ideas claras.
Tenemos huellas de este retrato hasta 1724, en la colección de Gaspar Méndez de Haro y Guzmán, Don Eugenio de los Ríos y en la del Cardenal Pompeo Aldrovandi, pero a partir de ahí lo perdemos. Tras encontrarla fortuitamente en Ámsterdam, sabemos que la obra acabó en Países Bajos y que fue subastada en los años 80 como “Anónimo, escuela holandesa”, y comprado por un coleccionista que lo legó en testamentaría a su actual propietario. Acorde a las palabras de la oficina donde llegó la obra, los propietarios “no tenían la menor idea de que fuera de Velázquez”, pero un trabajador encontró un número de inventario, y pronto se pusieron en marcha.
Saldrá a subasta en pocos días: el 3 de julio, junto a Gainsborough, Constable, Turner, Rubens, Botticelli y Brueghel. Si desean conocer mejor la historia de la Papisa, pueden optar por leer la obra “Amante del Vaticano: La verdadera historia de Olimpia Maidalchini”, de Eleanor Herman.
«Mujeres de todo el mundo católico llegaron a Roma para reunirse a las afueras de su palacio y aplaudir mientras su carruaje salía. No podían creer que una mujer de comienzos modestos se hubiera elevado a tales alturas, dirigiendo la nación de los Estados Papales y la Iglesia Católica, una institución donde las mujeres no estaban, y aún no, tienen ningún poder».
Más noticias de Arte
Especialista en pintura moderna, tasadora y perito. Graduada en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca.
No Comments