22 May La subasta de los 832 millones de dólares: Rockefeller triunfa
Diez días. Han sido diez días de intensas subastas: ventas online only, subastas presenciales, dos grandiosas noches de subasta evening sale,… En definitiva, la venta de más de mil piezas (incluyendo obras de arte y otro tipo de objetos) por el valor total de 832,57 millones de dólares. Se dice pronto. El estimado real estaba en 600 millones: se ha superado con creces, aunque es cierto que a la prensa nos hacía una especial ilusión poder hablar de “la subasta de los mil millones de dólares“. No pudo ser.
Lo que sí podemos decir, a voces si es necesario, es que ha sido una subasta de guante blanco. ¿Qué es esto? Se llama así a aquellas subastas donde se vende todo. Se llaman así porque al final de la misma, se suele entregar al subastador artífice de la proeza unos guantes blancos como símbolo del éxito. Tampoco se puede decir que fuera sorpresa, porque piezas de semejante calidad tenían asegurada la venta mucho antes de que comenzase a cantar Jussi Pylkkänen, subastador por excelencia y director de Christie’s.
Ya hablamos en su momento (largo y tendido, como pueden ver en nuestro podcast o en artículos varios) sobre la importancia actual del marketing a la hora de vender una gran pieza… o varias, como ha sido este caso. En esta ocasión, Christie’s ha ejecutado una bien planeada campaña de marketing que, durante seis meses y a nivel global, ha dado a conocer esta subasta y ha generado una impaciencia sin precedentes… salvo, quizá, por el Da Vinci de los 450 millones de dólares.
¿Ha tenido éxito esta campaña? Veámoslo con números. El 81% de las obras subastadas se han vendido por encima de las estimaciones previas más altas, si prestamos atención a los datos facilitados por Artnet. El 19% de estas ventas han sido, concretamente, por más de cinco veces su estimación más alta. Piensen ustedes mismos.
Es cierto que este tipo de ventas, las que han superado su estimación con creces, han sido en su gran mayoría objetos decorativos que salían a subasta con estimados de en torno a 10.000 dólares. Una de estas grandes piezas ha sido una vajilla en porcelana de Sevres de Napoleón, que el emperador francés se llevó con él en su exilio a la isla de Elba. Su estimación inicial era un poco menos modesta de lo citado, entre $ 150.000 y $ 250.000: el precio de remate fue de 1.8 millones de dólares, siete veces la estimación más alta.
También ocurre algo parecido con una pareja de sillas de finales del siglo XVIII, estilo Jorge III. Llevaban en la familia Rockefeller desde el año 1988, y si bien el estimado de venta era de 6.000 dólares, fueron vendidas por 243.750 dólares: 41 veces el estimado más alto para el lote.
En cuanto a las obras de arte pictóricas, especialmente aquellas de artistas europeos, podemos decir que obtuvieron los mayores beneficios de la subasta: inclusive el récord batido para siete artistas como es el caso de Claude Monet, Henri Matisse o Diego Rivera. Y en su momento, la primera evening sale tuvo unos beneficios de 646,1 millones de dólares, el máximo alcanzado por una subasta de una sola colección, que previamente eran los 484 millones de la subasta de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé.
La segunda evening sale generó, en total, 106 millones de dólares, y la suma de todo el importe generado se distribuirá entre diferentes obras de caridad, pero también parte del mismo irá destinado a Museo de Arte Moderno de Nueva York, por ejemplo.
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Especialista en pintura moderna, tasadora y perito. Graduada en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca.
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