Luis Gordillo, “nunca me he considerado un pintor abstracto, aunque lo parezca”

Luis Gordillo decía que “la pintura es una manera de ser, no una profesión”. Nacido en Sevilla en 1934, era hijo de una mujer sevillana y un médico procedente de Valladolid. Estudió Derecho y Bellas Artes en la Academia de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, aunque no terminó ninguna de las dos carreras. Terminó dedicándose al estudio del dibujo y de la música. Empieza a pintar en 1956, formando parte del grupo Dau al set (creado por Arnau Puig, Joan Brossa, Joan Ponç, Antoni Tápies y otros artistas vanguardistas del momento).

Se sentía adscrito al movimiento dadaísta, pero también trató el hiperrealismo, el surrealismo y el existencialismo. En 1957 se formaba el grupo EL PASO, que no se consideraba adscrito a ninguna corriente artística concreta, y entre sus miembros encontrábamos a Rafael Canogar, Luis Feito, Juana Francés, Manuel Millares, Antonio Saura,… y otros tantos grandes nombres del panorama contemporáneo español. Posteriormente se unieron Martín Chirino y Manuel Viola, al tiempo que el propio Gordillo.

Luis Gordillo

GORDILLO, LUIS. Blancanieves y el Pollock feroz. 1996. Vendido por 120.000€ en Alcalá Subastas en octubre de 2017.

También conoció a Wols en París, en 1958, como uno de los grandes impulsores del movimiento tachista. Este movimiento, contrario al cubismo y caracterizado por la pincelada rápida, suelta y espontánea, goteos y manchas de pintura, habitualmente procediendo directamente del tubo de pintura. Experimenta más adelante con el collage con periódicos, entrando en una fase más abstracta, y es en este momento en el que realiza su primera exposición individual en Sevilla.

En Madrid conoce el arte pop, conociendo así a Andy Warhol y Jasper Johns, huyendo del informalismo imperante en aquel momento, allá por 1963. Justo después comienza con los dibujos automáticos, muy figurativos, haciendo solo un año más tarde una exposición individual en la capital, y diez años después tiene lugar su primera antológica, esta vez en Sevilla.

En el año 1976 participa en la Bienal de Venecia, en la primera exposición de arte contemporáneo español tras la muerte de Franco, para después exponer de nuevo en ARCO en el año 1982.

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