La polémica continúa en torno a Salvator Mundi

La polémica continúa en torno a Salvator Mundi

El último bombazo del mercado del arte vino la pasada semana de la mano de Christie’s Nueva York: en esta sala la obra Salvator Mundi de Leonardo da Vinci alcanzaba los 400 millones de dólares de precio de martillo, más las consiguientes comisiones de la venta. Pero, como suele suceder después de este tipo de eventos, la polémica no finalizó con la venta. Aún a día de hoy la crítica continúa buscando las cosquillas a una venta tan destacada… ¿con motivo o sin él? Analicémoslo.

Comencemos por su origen. Dmitry Rybolovlev era su dueño hasta hace escasos días, y fue él quien lo puso a la venta. Lo había comprado por 127,5 millones de dólares en el año 2013, siendo una obra que se había perdido de vista durante un tiempo considerable, considerándose la versión masculina de la Mona Lisa. Fue recuperado en 2005, cuando fue adquirido por un grupo de marchantes de arte por 10.000 dólares. No fue hasta ocho años más tarde, cuando los expertos diesen conformidad a la teoría de que la mano ejecutora del óleo era la de Leonardo y no su círculo o taller, cuando volvió a venderse por los ya comentados 127,5 millones de dólares.

A algunos de los lectores les sonará el caso Bouvier. La compra de esta obra, teóricamente para el despacho de Rybolovlev, trajó una polémica que llegó hasta los tribunales: Rybolovlev demandó al intermediario que había conseguido la compa, Yves Bouvier, por estafarle cerca de mil millones en las compras de su colección, incluyendo esta última compra y otras como Nº6 (Violet, Green and Red) de Rothko (186 millones de dólares), Nu Couché au Coussin Bleu de Modigliani (118 millones) y Wasserschlangen II de Klimt (183 millones).

La comisión acordada entre el multimillonario y Bouvier era de un 2%: más que alta para precios tan desorbitantes como estos. Sin embargo, parece que Bouvier presentaba precios más altos para incrementar más aún el porcentaje que podía llevarse de la venta, en el caso de Salvator Mundi, 47 millones más. De esta estafa se enteró mediante The New York Times, que comentaba que un comprador había pagado al consorcio de marchantes en una venta privada orquestada por Sotheby’s 75-80 millones de dólares. De lo de Modigliani, coincidiendo por casualidad en Mónaco con los antiguos propietarios. Aunque hay voces que claman que Bouvier no estaba siquiera de acuerdo con la compra del da Vinci, y que aconsejó a Rybolovlev que no pagase demasiado por la obra, dado que quien lo hiciera “sería objeto de burla del mercado”. Parece que la jugada no salió tan mal, al fin y al cabo.

Salvator Mundi

Como vemos, la obra no ha carecido de polémica a lo largo de sus 500 años de existencia, especialmente en los últimos 50. Ahora mismo, la crítica se debate entre hablar de la estupenda inversión que serán esos 400 millones de dólares en unos años y la opción de que no pertenezca a da Vinci, “detrás de la compra no hay un coleccionista fanático ni un nuevo rico sino dos fondos de inversión. Y un pool de museos, seguramente asiáticos o del Golfo”, bajo palabras anónimas de un subastador de nacionalidad francesa.

Siempre ha habido una duda razonable sobre la autoría de la obra. Fue el experto en da Vinci Martin Kemp quien atribuyó en el año 2008 la autoría al artista florentino, pero salieron varias voces a discutirlo en el año 2011, con motivo de la aparición de la exposición Leonardo da Vinci painter of the court of Milan de la National Gallery.

En Francia la sorpresa no vino tanto por el importe si no porque se subastó una obra de marcado carácter religioso del siglo XVI en una subasta dedicada al arte contemporáneo, llevándose dos tercios de lo recaudado en la subasta, 664 millones de dólares entre 49 lotes. Thierry Ehrmann, fundador de ArtPrice, habla sobre las repercusiones que esta venta puede tener para con el mercado y los museos. Actualmente, la Mona Lisa es la responsable del 18% de las entradas que se venden en el Louvre, mientras que el mayor tirón del Guggenheim de Bilbao es la propia arquitectura. Así pues, un museo requiere para su éxito una arquitectura llamativa o un cuadro especial.

Salvator Mundi

Pensando así, se considera que la Mona Lisa saldría por en torno 2.200 millones de euros, en caso de salir al mercado. Se habla ahora de que quizá el o los nuevos propietarios del da Vinci lo alquilarán, quizá, a uno o varios museos en rotación, recuperando la inversión mediante este alquiler.

Por otro lado, tenemos a aquellas voces que claman en contra de la autoría de la obra, declarando a todo aquel que quiera escucharlas que la obra no pertenece a la mano de da Vinci. Todd Levin, asesor artístico de Levin Art Group, señala que en su opinión la autoría pertenece a Giovanni Boltraffio, un discípulo del estudio del pintor. No es el único. Jerry Saltz, un crítico neoyorquino, explica en Vulture su radical punto de vista: “No soy un historiador del arte, pero he visto arte por casi 50 años y una mirada a esta obra me dice que no es de Leonardo, debido a que la pintura está absolutamente muerta y su superficie es inerte, barnizada y chillona”.

Carmen Bambach es especialista en arte renacentista italiano del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que señala que lo más probable sea que se trate de una obra conjunta, apoyando la idea de Levin al comentar que gran parte de la obra parece de la mano de Boltraffio, pero que sí hay ciertas zonas realizadas por Leonardo, como las manos, la manga derecha y el orbe de cristal, en declaraciones realizadas ya en el año 2012.

En definitiva, la pluralidad de opiniones y de debates que se están generando en torno a esta venta es multitudinario, y no parece que la solución al enigma vaya a ser favorable para todos… salvo, por el momento, su vendedor, Rybolovlev.

No Comments

Post A Comment

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

X