El amante de Camille Claudel: la historia de cómo Rodin destrozó su vida y su obra

[Nota del editor: Este artículo fue escrito por una firma colaboradora que ahora prefiere mantenerse anónima, TheArtMarket considera el artículo de interés y se mantiene ajeno a las opiniones del aut@r]

La Historia se repite y Camille Claudel es una de esas artistas que ha quedado en nuestra memoria, cómo no, por su vida amorosa y no por su obra. El amor ha caído como una losa sobre las mujeres que dedicaron su vida al arte y tuvieron la mala suerte de enamorarse de otro artista.

El mecanismo es sutil pero certero: ellas acaban convertidas en musas, ellos en iconos no sólo de su época, sino del movimiento artístico al que se adscriben y de todos aquellos que vienen por detrás ansiando parecerse aunque sea en el blanco de los ojos, al genio. El hombre. El creador. La alegoría de lo perfecto.

Camille Claudel

Camille Anastacia Kendall Maria Nicola Claudel, nacida en 1864, fue una escultora francesa proveniente de una familia adinerada. Desde muy temprano se interesó por la escultura, demostrando aún a corta edad sus dotes moldeando y diseñando figuras de barro inspiradas en los miembros de su familia.

Con doce años se traslada a Nogent-sur-Seine, y esto, sin duda, supone un gran impulso para su carrera. En 1882 será admitida en la Escuela de Bellas Artes de París, ingresando en la Academia Colarussi. Será en ese año cuando conozca a Rodin, que ejercía como profesor sustituto en la escuela.

La musa de Rodin

A partir de ese momento Camille empieza a posar para el artista y todas sus obras quedan invadidas por sus rasgos. Para entonces, Camille contaba tan solo con diecinueve años, mientras que Rodin, por su parte, tenía cuarenta y tres. Sin embargo esto no impide que comiencen una relación de amor profundamente tormentosa. Y es que Camille, como tantas, no pudo escapar de las garras del intenso artista que la moldeaba a su antojo con sus manos.

La belleza y el talento de la obra de Camille se han visto ensombrecidas por la tormentosa relación que mantuvo con Rodin. Él era un hombre promiscuo y casado. Camille no fue la única amante que mantuvo durante este tiempo. Las peleas, los celos, fueron una tónica durante sus casi catorce años de relación.

 

 

Como siempre, el genio de Camille se diluía bajo la sombra de la figura de Rodin. Sabemos ahora que la artista participó de muchas de sus obras, aunque él se dedicara a menospreciarla continuamente. Ella misma lo reconocía en la correspondencia que mantenía con el artista al afirmar que las obras que éste presentaba como propias eran producto de su talento.

Rodin sometió a Camille a constantes vejaciones, reproches y humillaciones. Se exhibía con otras mujeres en su presencia y después le prometía sin cesar que ella sería la única mujer de su vida, algo que nunca llegó a cumplir, consiguiendo incluso que Camille abortara obsesionada por el amor del artista. En 1898 consigue, por fin, sacar la fuerza suficiente como para abandonarle.

A partir de ese momento la artista se encerró en su propio estudio y empezó a esculpir, de forma incansable, cabezas de niños que destrozaba casi inmediatamente. Así, el 10 de marzo de 1913, tres enfermeros enviados por su familia echaron la puerta de su estudio abajo y le colocaron una camisa de fuerza. Posteriormente fue ingresada en un psiquiátrico donde pasó el resto de su vida.

Se le diagnosticó ‘una sistemática manía persecutoria acompañada de delirios de grandeza’, frase que resume perfectamente el precio a pagar por no compartir el destino que se esperaba en aquella época para las mujeres. Al final de su vida recuperó aquella cordura perdida pero nadie la reclamó.

Camille murió el 19 de octubre de 1943, a la edad de setenta y ocho años. Así que Rodin, como tantos otros, dejó un rastro de mujeres destrozadas a su paso y se llevó por delante la genialidad de una artista a la que destrozó en vida. Ella murió sola, a los 78 años de edad, después de una vida de tormentos y tan alejada de aquellas esculturas que brotaban de sus manos desde pequeña. Él, pasó a la Historia como un genio digno de admiración, enterrando en el olvido su reprobable comportamiento.

El dolor de Camille es el dolor de Frida, de Artemisia, de Lee Krasner, y el de tantas mujeres con una carrera brillante destrozada por quienes decían quererlas y olvidadas en favor de aquellos hombres. ¿Por qué no hay mujeres artistas? Nos preguntamos. Sí las hay. Son miles. Pero han quedado reducidas, por desgracia, a simples musas: muñecas rotas que naufragan en el tiempo entre el dolor y la sinmemoria.

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4 Comments
  • Gabriel Artaud
    Posted at 07:55h, 28 febrero Responder

    A Camille Claudel hoy en día se la utiliza para hacer propaganda feminista y. para demonizar tanto a Rodin como al mundo masculino, tal y como hace este artículo. Camille llegó a tener mucho oficio, pero como artista simplemente fue alguien que consiguió emular muy bien el trabajo y estilo de Rodin. Es decir, carecía de voz propia. Camille era lo que todos los maestros de la antigüedad tenían: un asistente que podía emular el trabajo del maestro para así trabajar más rápido. Ni Rodin ni nadie ninguneó en ningún momento a esta mujer. Después está el discurso victimista y oportunista. de este artículo, muy en boga, alegando que a Camille la metieron en un manicomio porque era mujer, y porque se maltrataba a las mujeres… esto es un insulto brutal a la cantidad de hombres a los que también han metido en manicomios, o han sufrido el ostracismo por presiones sociales, como por ejemplo Antonin Artaud. Por favor dejen ya de hacer toda esta propaganda falsa y victimista y dejen ya de inculcar el odio a los hombres.

  • Hernán Pérez
    Posted at 22:00h, 28 abril Responder

    Hola, En mi opinión hay mucha diferencia entre la obra de Camille y la de Rodin. No creo que Rodin pudiera hacer algo parecido a las esculturas de Camille. Hay una diferencia entre la técnica y el alma de una obra. Verlo en pesona también cambia mucho la opinión. En esa época y como ahora la mujer siempre fue maltratada y denigrada. Tambíén si investigas un poquito te darás cuenta que era muy común encerrar a personas en el manicomio por una suma de dinero. Hay un caso muy parecido, y que no se nombra en éste artículo, que es el de Juana Romani (como dato curioso, tuvo de alumno y ayudante a Antoine Lumière, padre de los inventores del cine). Contemporáneas y muy poco se dice que fue agarrada y llevada al manicomio de golpe. También por la relación, siempre de amante, con Ferdinand Victor Léon Roybet. Saludos

  • Joaquín Roldán
    Posted at 21:49h, 05 diciembre Responder

    La obra de Rodin es absolutamente demoledora. La obra de Camille, la que nos queda, la que podemos juzgar, es dependiente en su mayoría de las ideas escultóricas y estéticas de su maestro.. Hay bastantes piezas de ella en el museo Rodin de París y pueden compararse. Ella era una magnífica tallista, probablemente una de las mejores de la historia aparte de Fidias, Miguel A., Bernini o Canova. El impresionismo de su época y el feminismo que buscar referentes ha revalorizado sus obras actualmente. Yo le agradezco sobre todo haber sabido llevar al marmol ideas que Rodin no hubiera sabido en piedra.

  • José Antonio
    Posted at 12:26h, 26 junio Responder

    Este artículo está lleno de imprecisiones y omisiones acerca de las circunstancias que llevaron a Camille Claudel a terminar de la forma que lo hizo. Hubo varios factores y, sin duda, su relación con Rodin fue muy importante, pero lo fue más la actitud de su madre,la verdadera y máxima responsable del drama que está mujer sufrió y que trasciende incluso el hecho de haber sido truncada su carrera artística.

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