Tessera presenta una subasta presencial por Primavera

Tessera ubastas vuelve a celebrar subastas presenciales, más allá de sus habituales ventas online. En esta ocasión celebran, el 5 de abril y en la Fundación Carlos de Amberes, una interesante Subasta de Primavera con dos sesiones diferenciadas: en la primera se subastarán joyas, artes decorativas, pintura y escultura, y en la segunda saldrán bajo el martillo las joyas de la corona en una subasta especial con 22 piezas entre las que destacan un Barceló -el top lot de la noche- y una obra de Lita Cabellut. El catálogo completo se puede ver aquí.
La subasta Especial, conforme refleja el catálogo  en agradecimientos, ha sido captada y gestionada íntegramente por la empresa Sofrosine Arts & Action, (www.sofrosine.com) , empresa habitual desde su nacimiento en las listas de las mejores ventas del año en España (ver top 2018, ver 2017) habiendo sido por ejemplo los gestores de varios José Guerrero que entraron en el Top Ten Revenue del mercado del arte en los últimos años.
Este hecho, junto con el lugar escogido para la licitación, (Fundación Carlos de Amberes), da a Tessera Subastas un empujón aún mayor en el crecimiento que están experimentando, habiéndose situado con este catálogo en el punto de mira del mercado del arte en España.  Tessera pretende recuperar  con las licitaciones especiales la tradición de las subastas como evento social.
En cuanto a la Subasta Especial, vemos este Martirio de San Lorenzo (98 x 77 cm), una obra en óleo sobre tabla atribuida a Pellegrino Tibaldi (Puria, 1527 – Milán, 1596). También conocido como Pellegrino da Bologna, o Pellegrinus de Pellegrinis, discípulo de Bagnacavallo. Comienza a trabajar en el Escorial en 1587, y realiza pinturas para el retablo del altar mayor, después de haber sido encargadas en un inicio a Federico Zuccaro. Asimismo, el primer Martirio de San Lorenzo destinado al retablo mayor era de Tiziano, pero finalmente se decidió situarlo en la Capilla Vieja del Escorial. Proviene de una colección privada, y no ha sido expuesta previamente. Sale a subasta por 40.000€ (ver). Le acompaña una Lucrecia (99 x 76 cm) atribuida a Giovanni Andrea Siranni (Bolonia, 1610 – Íbidem, 1670). Es un óleo sobre lienzo, realizado por un pintor formado en el taller de Guido Reni, que a su muerte en 1647 mantuvo el estilo de su maestro. Esta obra representa a la mujer violada por el hijo de Lucio Tarquinio el Soberbio (534 – 510 a.C.), último rey romano. Si atendemos a lo dicho por Tito Livio, en Ad Urbe Condita, esto desencadenó la guerra en la cual se proclamó la República Romana en el 509 a.C. Procede de una colección privada, y sale a subasta por 45.000€ (ver).
Vemos ahora una obra de Jan van der Hoecke (Amberes, 1611 – Íbidem, 1651). Es una Sibila Líbica (102,5 x 76 cm), un óleo sobre lienzo con inscripción LIBYCA, que estuvo erróneamente atribuida a Abraham Janssens el Viejo, como una alegoría de la fortuna. La sibila presenta un vestido verde, en un trípode griego utilizado por las sibilas, tocada con flores y portando una filacteria con Videbunt Regem viventium. Jan van der Hoecke pintó una serie de sibilas entre las que se encuentra la pintura que nos ocupa, otra de las profetisas asimiladas por la tradición judeo-cristiana se vendió en Christie’s en 2011. Las sibilas son la personificación femenina del don de la profecía, su origen griego va avanzando con el devenir de los tiempos, configurándose poco a poco como un mito histórico en paralelo al de los profetas judíos en la tradición judeo-cristiana. Este carácter metahistórico explica su diferente número, (normalmente son doce las sibilas), su edad cambiante o su aggiornamento iconográfico, lo cual no hace más que realzar su importante hueco en las representaciones a lo largo de la historia. La sibila líbica en la tradición cristiana nos anuncia la venida del Salvador, el cáliz con las monedas de oro y el incienso son los atributos que lo certifican junto con el extracto de la profecía en el tefilin. Las ropas verdes oscuras reflejan el significado cromático de esperanza y armonía muy a tono con la transmisión del mensaje cristiano de la venida del hijo de Dios. La pintura muestra el inconfundible estilo de van der Hoecke en la época en la que sus pinturas imitaban con gran destreza el estilo del maestro Rubens, esto es hacia 1630, época en la cual se adueñó de tal modo del donaire y la estética del maestro que sus pinturas se confunden en ocasiones. Muy publicitado fue el caso de la “Masacre de los Inocentes” que atribuida a van der Hoecke hasta 2001 se restituyó a Rubens, obteniendo récord mundial de ventas del autor vendiéndose en 79,7 millones de euros en Sotheby’s. En un primer momento, esta obra había sido atribuida erróneamente a Janssens. Sale a subasta por 45.000€ (ver).
Una de las obras más llamativas es de Lita Cabellut (Sariñera, 1961), Retrato de Janis Joplin (280 x 200 cm). Es una técnica mixta sobre lienzo de grandes dimensiones, firmado y fechado en el reverso. Forma parte de la serie Portrait of human knowledge, de 2012. La obra presenta el característico craquelado fruto de un exhaustivo estudio de la pintora. Este tiene un gran componente estratégico que causa un peculiar y creciente impacto visual, consistiendo en una variación de las técnicas tradicionales de pintura al fresco. La capa pictórica se presenta estriada a la vista lateral, proporcionando una compactación plena de la figura y aportando una nueva visión completamente intencionada de la retratada. En la vista frontal la capa de la superficie se percibe craquelada en distintas dimensiones y con micro esferas, aparentemente al azar. Estas dos características son plenamente intencionales, apareciendo en distintas secciones o medidas en las zonas de la pintura que la autora desea resaltar. El sentido del tacto nos desvela en una sección central de la obra coincidente con la gama cromática de un amarillo Nápoles desvaído un tacto suave que sólo se da en esta fracción de la pintura. La artista consigue que una de las obsesiones técnicas en la búsqueda de la piel y el volumen escultórico en las figuras se transforme en un sello personal, el cual, junto con su maestría, la han encumbrado al ranking de los artistas más alcistas del mercado. Sale a subasta por 95.000€ (ver).
Especialmente importante es esta Magdalena penitente en el desierto (93 x 96 cm), atribuido a Ludovico Carracci (Bolonia, 1555 – Íbidem, 1619). Es un óleo sobre lienzo, realizada en torno a 1590, de estilo claroscurista. Presenta un tono erótico reflejado en los ojos y labios muy sensuales, al igual que la manera de pintar las carnaciones. La composición del busto exalta la figura en primer término con elegante rotundidad. Por todo ello vemos claras referencias a las obras de Guercino y Caravaggio, sobre todo por gran eficacia en la transmisión de las emociones de la escena. La luna crepuscular que ilumina la obra sobre el fondo boscoso es muy característica de las obras de Ludovico, característica que Longhi definió como -chiaroscuro metereologico-. Sale a subasta por 39.000€ (ver).
Cerramos con 7 etagères (200 x 200 cm), una obra de Miquel Barceló (Felanitx, 1957). Es una técnica mixta sobre lienzo, que viene firmada, titulada y fechada en 1997. Esta monumental obra de plena madurez artística del mallorquín nos muestra el Barceló más matérico, que en “siete estantes” nos da a conocer objetos informes, colocados, a priori, sin sentido. La gama cromática, que nos recibe en tonos tierra y ocres, poco a poco nos amplía la vista a unos azules intensos que nos retrotraen a las playas de Mallorca y a unos blancos puros que se mezclan con los tonos pardos, cubiertos de dorado sol y teja, llenándolos de luz y dando sentido a esta mezcla cromática que acompaña a los objetos de materia. Si en “Cinq etagères” reconocemos un plato con frutos y otro más con materia desbordante, Barceló cambia el lenguaje y deja a criterio del espectador la decisión del diálogo con la obra. Unos verán un campo cerca del mar mallorquín, incluso en los objetos informes tal y como Barceló suele utilizar, verán reflejados restos de frutos del mar, tan presentes siempre en su obra. Presencia de estos objetos, que para Barceló ya es un amuleto, pues suele incrementar la cotización de las obras en el mercado cuando los contienen. Otros disfrutaran una evolución de Cinq etageres. En cualquier caso la magnifica abstracción matérica de Barceló no causa indiferencia, menos aún en esta obra que muestra la mejor técnica del mallorquín y forma parte de las grandes obras que ya son un valor refugio del artista. Sale a subasta por 285.000€ (ver).
De la sesión correspondiente a la Subasta de Primavera, destacamos este óleo sobre lienzo, Aparición de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro de Tepeyac(29,5 x 23 cm), perteneciente a Escuela Mexicana del siglo XVIII. Sale a subasta por 4.500€ (ver). Le acompaña una placa en madera y hueso entintado y grabado con escenas de la vida de María Magdalena (134 x 103 x 52 cm, vitrina superior, 79 x 94 x 50 cm, base, 93,5 x 65 cm, placa inferior), atribuida a Gregorio López Durango (activo en Toledo en la segunda mitad del siglo XVIII). Se distribuyen creando la ilusión óptica de un retablo en tres dimensiones con hornacina central, se encuentran dispuestas un total de once escenas. En el lateral izquierdo, de abajo a arriba se encuentran las tres Marías en el sepulcro, María Magdalena sentada a la derecha de Jesús, una vanitas de su figura y dos escenas probablemente de las bodas de Caná enlazando con el lateral derecho superior. Debajo de esta, los reproches de Marta a María, el ungimiento del cabello a Jesús y el Noli me tangere. En el centro, de abajo a arriba, dos escenas de María Magdalena penitente en el desierto y su Asunción, flanqueadas por ocho ángeles músicos y querubines dispuestos de forma jerárquica; todo ello bajo tres arcos de medio punto sustentados por pilastras cubiertas por una media cúpula con potencias. El conjunto se completa con multitud de rocallas, ménsulas con querubines, así como grecas y florones entre las escenas a juego con las dispuestas en el ajedrezado que forma el suelo. Firmada. La placa se encuentra montada en una vitrina de estilo holandés de época posterior, rematada por una galería de madera y hueso tallados, con decoración interior de marquetería de maderas finas, cajón inferior y estantes en cristal. Base a juego con patas cabriolé en madera chapada y símil de carey. Sale a subasta por 12.000€ (ver).
Vemos, también, unos grutescos y candelieris (121 x 91 cm), una pareja de óleos sobre lienzo. Sale a subasta por 1.900€ (ver). Les acompaña una sopera con presentador madrileña, en plata de la Real Fábrica de Platería Martínez, hacia 1828 – 1829. Blasonada y punzonada, sale a subasta por 3.000€ (ver).
Los coleccionistas y/o amantes del arte interesados en visitar privadamente la exposición pueden contactar a esta dirección de correo, igualmente podrían asistir al cóctel de inauguración de nuestras Subastas de Primavera que tendrá lugar el martes día 2 de Abril de 2019 en la Fundación Carlos de Amberes en C/ Claudio Coello 99, 28006, Madrid. De 18:00 – 21:00 h.
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