Miguel Barceló

Miguel Barceló se caracteriza por su imparable necesidad de experimentar, de aprender y de probar nuevas maneras de crear ese arte que es suyo. Ese arte que parece que modela con las manos de forma completamente orgánica. No tiene un lugar fijo en el que residir, en el que dejar su estudio. Marcha donde se le requiere, transportando su arte por lugares recónditos. Su influencia es grande y variada, aunque podríamos decir que su mayor influyente es la naturaleza, especialmente aquella vinculada a su tierra natal, Mallorca. Por su obra vemos nacer y morir el mar, la luz de la costa y sus cuevas.

 

 Miguel Barceló (ó Miquel Barceló): breve bio

Nació en Felanitx, un pueblo mallorquín en 1957. A día de hoy se encuentra como uno de los artistas más cotizados a nivel mundial, habiendo trabajado prácticamente todas las esferas del arte. Comenzó gracias a su madre, una tradicional paisajista, aunque se enamoró realmente del arte al viajar a París en 1974 y conocer allí la obra de Paul Klee, Jean Dubuffet y el art brut. A su vuelta comenzó a asistir a clases de dibujo y escultura en la Escuela de Artes Decorativas de Palma de Mallorca, y más tarde, en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi de Barcelona. De manera autodidacta aprendió sobre Rothko, Pollock y De Kooning.

 

Aproximación a la obra de Miguel Barceló

Su primer contacto con el arte estaba ya bañado por esa luz, por el mar, por todo lo que Mallorca puede traer a un joven cuya alma oscila claramente hacia la vocación artística. Allí conoció a Joan Miró, puede que su primera influencia en el mundo del arte. No tardó en conocer a otros: Paul Klee, Dubuffe, Mark Rothko, Jackson Pollock, Willem de Kooning, Lucio Fontana. Exponentes del expresionismo y el art brut, con los que trabó un primer contacto en la Francia de los 70, y que entraron por su vista hasta sus manos, tiñendo con su esencia un poco el arte del mallorquín.

No fueron los únicos, a la vista salta. Las influencias de Barceló ascienden a etapas antiguas, a los Grandes Maestros como Velázquez, Rembrandt, Tintoretto. En definitiva, realizó un rápido viaje, empapándose de pinturas y estilos de muchas épocas distintas, hasta encontrarse perdido entre el arte conceptual y la pintura barroca española, con toques del claroscurismo italiano y el action painting, sin olvidar, por supuesto, el arte povera italiano y el expresionismo abstracto americano.

Más tarde, en 1976, el grupo Taller Llunàtic le invitó a participar en ciertas acciones, así como en una exposición en la galería Mec-Mec en 1977. Ya en 1978 exponía en Mallorca sus primeras telas pintadas, incluyendo elementos orgánicos en la realización de la pieza. No tardó en experimentar con la intemperie, buscando la reacción química y física de la pintura ante los elementos. Definitivamente, la naturaleza era y es una de sus mayores fuentes de inspiración.

 

Su trabajo se consolidó en 1981 y 1982: primero, participando en la Bienal de Sao Paulo, y después, en la Documenta de Kassel VII. Se dio a conocer mundialmente, y gustó, gustó tanto que era llamado de cualquier lugar del mundo. Su cotización subió cómo rara vez se había visto antes, más aún con la tremenda juventud que aún presentaba. Recibió en 1986 el Premio Nacional de Artes Plásticas.

 

Por esta época conoce Mali y se enamora. Es un territorio que ha marcado profundamente su arte y a él mismo, dejando para siempre africanismos en su impronta. En 1992 se une en matrimonio a Cecile, una joven holandesa experta en literatura, y es padre poco después de Marcela María Celia. Residen, los tres, en su casa-taller, en Sa Devesa de Ferrutx.

“La Capilla de la Onu”o el Mar de Barceló

Y aunque la Capilla del Santísimo sea su obra más conocida, la más apreciada probablemente sea la cúpula de la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones de la sede de la ONU, en Ginebra. En su superficie de 1400 m2 encontramos más de 35 toneladas de pintura a modo de una suerte de estalactitas, realizadas con fuerte aglutinante y pigmentos traídos de todas partes del mundo en consonancia al significado y propósito de la sala en la que se ubican. Quiso “llevar al extremo pintar contra la gravedad”, convirtiendo esta cúpula en una moderna Capilla Sixtina

 

La idea nació tiempo atrás, en un viaje por el desierto de Sahel, cuando tuvo la impresión de que el mundo goteaba en dirección al cielo. Entonces tomó aquello como base y lo transformó hasta encontrar esta decisión. Ban Ki-Moon dio su opinión sobre la obra: “la obra que ha creado para esta sala es innovadora y radiante, no tengo ninguna duda de que la gente vendrá a verla, tengan negocios aquí o no”.

Dentro de su polifacético arte encontramos también la ilustración de libros, acompañada por norma general de la reflexión sobre su propio arte. También ha realizado libros de artista y alguno de sus propias fotografías. Incluso ha ilustrado con gofrados y litografías un texto en braille de Evgen Bavcar, Las tiendas desmontadas o el mundo desconocido de las percepciones. En el mundo literario, sin embargo, destacan sobremanera las más de trescientas acuarelas que ha realizado para ilustrar la Divina Comedia de Dante Alighieri. Estas acuarelas fueron expuestas en el Museo del Louvre, en París.

Tan solo un año después realizó la decoración de la cúpula de la Sala XX del Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra. La “Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones”, es una obra de 1.600 metros cuadrados con un coste de 20 millones de euros.

Últimas exposiciones de arte: Miguel Barceló

  • Miquel Barceló. Metamorfosis (27 Ene. – Sep. 2021)

Dónde: Museo Picasso de Málaga

 

Noticias sobre Miguel Barceló

ArtNews se hace eco de una noticia publicada en El País.cat en la que Barceló critica el uso de su obra ” L’atelier aux sculptures”, propiedad del Museo Reina Sofía desde el 2000, en diferentes comparecencias del Consejo de Ministros.

La imponent tela (235 x 375 cm) es titula L’atelier aux sculptures, i la va pintar Miquel Barceló (Felanitx, 63 anys) el maig del 1993 a París. El 2000, la va comprar el Museu Reina Sofia.

La noticia está publicada en ArtNews, así como en Elpais.cat

Ventas de Miguel Barceló

Después de vender, en el 2011, Faena de Muleta (1990), por 4.3 millones de euros, Miguel Barceló se situó como el artista español vivo mejor cotizado en subasta. Desde los inicios de su carrera artística, Barceló logró captar el interés tanto nacional como internacional. De ahí que el mayor número de ventas en subasta las encontremos en Reino Unido y en España.

 

Los precios de su obra son muy variables, por lo que tanto pequeños como grandes coleccionistas pueden permitirse comprar un Barceló. Durante este último año, 2020, la mayoría de sus obras vendidas no han superado los 15.000€, con algunas excepciones. La sede londinense de Sotheby’s vendió  1/2 melón grande por 88.000€. En Christie’s, durante los meses de junio y julio se realizaron varias ventas que superaron los 50.000€. El mes de julio, Allumetes (cerillas) se vendió por 54.000€, mientras que Río de sangre alcanzó los 230.000€.

En el ámbito nacional, Subarna Subastas vendió en el mes de marzo una de sus litografías, Cabeza y raíces por 300€. En el mes de julio, Toro por 3.500€.

Subastas segre, durante el mes de junio vendió una de sus obras sobre papel por 15.000€, Alegoría del mar.

 

Comprar obras de Miguel Barceló

Para conocer las obras  que salen al mercado, puedes consultar nuestra sección dedicada a los avances del mercado del arte en Actualidad Arte y nuestra guía de compra para subastas.

Si estás interesado en adquirir obra, puedes consultar las últimas subastas de arte donde podrían salir a la venta obras de Miguel Barceló.

 

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